En el árabe dialectal libanés, comunmente se substituye el verbo "ir" por el verbo "bajar", lo cual tiene sentido por la peculiar orografía de ese minúsculo país, pues las ciudades más importantes como Beirut, Trípoli y Tiro están en la costa y todos "bajan" desde las montañas para ir a ellas. La misma lógica aplica cuando substituyen "a la izquierda" por "hacia el sur", pues mirando hacia el mar -como fenicios que creen ser- el sur siempre está a la izquierda.
El detalle está por supuesto, cuando por fuerza de la cosumbre uno dice "sur" y en realidad esa izquierda está la norte, o mejor aún, cuando uno "baja" a los cedros, -por ejemplo- los cuales solo crecen en lo alto de las montañas y literalmente uno tendría que estar en la punta más alta de la montaña o en el cielo, para "bajar a los cedros".
Pero el asunto no termina ahí, pues en Jordania ocurre el fenómeno lingüistico a la inversa, pues ellos subtituyen "ir" por "subir". Y si uno "sube" al Mar Muerto -que está por debajo del nivel del mar-, literalmente tendría que estar en Sodoma y Gomorra, las ciudades bíblicas destrudas por Dios, que según la tradición, se encontrarían sumergidas en dicho cuerpo de agua (claro que con toda esa sal, no podría realmente quedar hoy, nada de ellas) o bien, se estaría en el Infierno!
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