lunes, 16 de julio de 2007


Después de toda una vida de reticencias, decidí que ir al psicólogo es como el asunto del dentista, hay que ir a un chequeo, aunque no necesariamente le duela a uno la muela, claro que cuando me preguntó porqué estaba ahí le dije que la neta ya me dolía una muela... Estoy dejando de fumar (un rato, un rato, no exageremos) y el muy heterodoxo -y miren que tiene una facha de freudiano que primero me asustó- saca sus cigarros para ponerse a platicar conmigo... Ni modo, me cayó bien ahora voy a tener que volver y tal vez decírselo.
Y entre todos sus rollos me dió un disco donde dice que hay que cerrar los ojos e imaginarse una pirámide, joder, eso me resultó más difícil de lo que me hubiera imaginado, cómo hago para elegir entre Sakara, Dashur o el Tajín!!
Bueno, ahora resulta que tengo que ir a un Dashur imaginario y resolver no se qué, en fin, sabrá Dios de que otras cosas raras está llena la mente de un historiador vagamundo :(

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