Probablemente muchos de nosotros hemos comido alguna vez mero. En realidad por "mero" entendemos unos veinte tipos de peces dentro de la misma subfamilia de diferentes tamaños, colores y características.
Su forma es básicamente la misma y todos son hermafroditas "proterogínicos". Y es precisamente aquí a donde quería llegar, pues esto significa que todos los meros cuando nacen son hembras y más tarde se convierten en machos. En los cardúmenes cada macho tiene varias hembras, las cuales entre sí tienen diferencias de rango. Si el macho muere, la hembra más grande se convierte en macho y asunto resuelto.
En cuestión de evolución y selección natural podemos decir que esta exitosa especie ha sobrepasado cualquier discriminación de sexo, pues absolutamente todos han sido hembras y quienes logran sobrevivir lo suficiente, se convierten en machos.
¿Cómo sería nuestra sociedad si el homo sapiens fuera de una especie "hermafrodita proterogínica"?
Prefiero el scophtalmus maximus criado en libertad y hasta al octopus (cuya vida sexual también es interesante).
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Tu neofábula me ha recordado las metamorfosis del vidente ciego Tiresias, que conoció la proteroginia y la protandria. No hace falta que te recuerde que se quedó ciego precisamente por haber dictaminado a Juno que eran los hombres los que estaban mejor preparados para el placer, o algo así. La videncia se la concedió Júpiter para contrarrestar tamaño castigo.
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En cualquier caso, Sharif, yo diría aquello de que prefiero quedarme como estoy. Pero está claro que en el caso de los meros es un caso de orden interno, y muy ejemplarizante. No quisiera concebir la idea de que un mero macho (en los dos sentidos de "mero") quizás nunca sacrificaría su identidad por el bien de todos. Ni que fuera por probar otra cosa...
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¡Buena propuesta de reflexión!
También los reptiles y otras especies son machos o hembras según las condiciones térmicas... pero no parecen más felices por ello.
ResponderBorrarNo hace falta mucha imaginación en el caso del hombre. Según las ideólogía de género el hombre y la mujer ya no están sujetos a la tiranía del sexo, sino la inclinación sexual y la afectividad de genero es fruto de una decisión racional y voluntaria, como la "mera vieja" que asume su nuevo rol de "macho alfa"pero ella no lo decide.
Interesante consideración, amigo Sharif, pero me sigo quedando con el mero. Está delicioso, y que una hembra ocupe su lugar, sin problema. Sabia que es la naturaleza.
Seguro que los hombres entenderíamos mejor a las mujeres y las comprenderíamos. Sabríamos que un dolor de regla es insoportable y que por ello es lógico que estén de mal humor.
ResponderBorrarSalud.
Sharif, querido, evidentemente no tenía ni idea de estos datos científicos y curiosos a la vez. No puedo responder a la cuestión que planteas, no me cabe en la cabeza... sólo puedo decir que la diferencia (de sexos, raza o lo que sea)y su consecuencia más directa: la pluralidad, son una riqueza o un tesoro que nos hace crecer. Besos.
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