Män son hatar kvinnor, literalmente traducido 'Los hombres que odian a las mujeres', es la primera parte de una trilogía de novelas policiacas suecas llamada Millennium, escritas por el ya fallecido periodista y hoy célebre, Stieg Larsson (1954-2004).
En castellano el libro apareció como Los hombres que no amaban a las mujeres, quizá siguiendo a la publicación francesa: Les hommes qui n'aimaient pas les femmes. Lo cual interpreto simplemente como una cuestión de mercado, pues es probable que hayan asumido que el título exactamente traducido era demasiado fuerte y quizá ello se reflejaría en las ventas, en especial tratándose de las potenciales lectoras. Pero sin duda, la historia va mucho mejor con el título original*. En inglés la cosa es todavía peor, se llama The Girl with the Dragon Tattoo haciendo referencia a uno de los personajes principales.
Tengo resistencia a leer best sellers y nunca había tenido interés por acercarme a la novela policiaca, quizá con la sola excepción de las obras de Yasmina Khadra, las cuales son en ocasiones clasificadas en ese subgénero pero que en mi opinión tienen dimensiones narrativas e ideológicas que desbordan por mucho a la novela negra. Pero volviendo al asunto de Larsson, después de leer algunas críticas interesantes decidí hacerme de un ejemplar en económica que encontré en una librería de Beirut.
Como mi conocimiento de la lengua sueca es totalmente inexistente, me pareció que la traducción británica estaría bien y comencé a leerla como pasatiempo de viaje. Reconozco que la historia 'me enganchó'.
No pretendo hacer aquí ni una crítica literaria en forma, ni tampoco un reporte de lectura, simplemente quiero compartir mi impresión general sobre este fenómeno de marketing literario.
La novela está escrita en dos ritmos, el primero calmado sin llegar a ser totalmente lento, lleno de adjetivos y rodeos ilustrativos. Larsson logra llevarte de la mano hasta por ahí de la página 300 sin que la verdadera acción comience. Este señor preparó la mesa con tal esmero que uno no se desespera y se larga. Eso sencillamente es tener talento. Después la narración acelera vertiginosamente como si fuéramos a bordo de la motocicleta modificada de la chica del tatuaje. Para la página 446 el misterio está resuelto y este tipo tiene todavía la osadía de poner 87 páginas delante para terminar su historia. E insisto, uno se queda hasta el postre sin darse la media vuelta y esfumarse.
Dos personajes principales que mantienen el balance de la obra:
Mikael Blomkvist, un periodista de cuarenta y tantos años, socio de una pequeña pero buena revista financiera llamada Millennium. Idealista y hasta un tanto ingenuo, quien ha perdido el primer 'round' en contra de un magnate, mafioso y especulador. Por ello ha decidido tomar un inusual trabajo temporal que le ofrece Henrik Vanger patriarca de una dinastía familiar de industriales en decadencia.
Tengo resistencia a leer best sellers y nunca había tenido interés por acercarme a la novela policiaca, quizá con la sola excepción de las obras de Yasmina Khadra, las cuales son en ocasiones clasificadas en ese subgénero pero que en mi opinión tienen dimensiones narrativas e ideológicas que desbordan por mucho a la novela negra. Pero volviendo al asunto de Larsson, después de leer algunas críticas interesantes decidí hacerme de un ejemplar en económica que encontré en una librería de Beirut.
Como mi conocimiento de la lengua sueca es totalmente inexistente, me pareció que la traducción británica estaría bien y comencé a leerla como pasatiempo de viaje. Reconozco que la historia 'me enganchó'.
No pretendo hacer aquí ni una crítica literaria en forma, ni tampoco un reporte de lectura, simplemente quiero compartir mi impresión general sobre este fenómeno de marketing literario.
La novela está escrita en dos ritmos, el primero calmado sin llegar a ser totalmente lento, lleno de adjetivos y rodeos ilustrativos. Larsson logra llevarte de la mano hasta por ahí de la página 300 sin que la verdadera acción comience. Este señor preparó la mesa con tal esmero que uno no se desespera y se larga. Eso sencillamente es tener talento. Después la narración acelera vertiginosamente como si fuéramos a bordo de la motocicleta modificada de la chica del tatuaje. Para la página 446 el misterio está resuelto y este tipo tiene todavía la osadía de poner 87 páginas delante para terminar su historia. E insisto, uno se queda hasta el postre sin darse la media vuelta y esfumarse.
Dos personajes principales que mantienen el balance de la obra:
Mikael Blomkvist, un periodista de cuarenta y tantos años, socio de una pequeña pero buena revista financiera llamada Millennium. Idealista y hasta un tanto ingenuo, quien ha perdido el primer 'round' en contra de un magnate, mafioso y especulador. Por ello ha decidido tomar un inusual trabajo temporal que le ofrece Henrik Vanger patriarca de una dinastía familiar de industriales en decadencia.
Lisbeth Salander (la chica de la moto y los múltiple tatuajes y piercings) con personalidad en el borde de la desadaptación social pero brillante hacker e investigadora, memoria 'fotográfica' incluida entre sus múltiples y poco ortodoxas habilidades.
Dos cosas por hacer sin dejar que Millennium se hunda:
-Resolver el misterio de la desaparición hace casi cuarenta años de la sobrina de Vanger quien sospecha que fue asesinada por algún miembro del clan, el cual evidentemente (y no tanto) tiene varios esqueletos en el armario.
-Recuperarse del asalto perdido y terminar con Wennerström, el industrial mafioso antes mencionado.
Quizá solo sea la sensación literaria del momento, pero me ha parecido bien escrita y llevada. Entretiene y captura la atención, incluso de lectores un tanto 'duros de roer'. Ya veremos si el gusto me dura para leer la segunda parte.
Y por cierto, la película no es realmente buena.
LARSSON, Stieg. 2005. The Girl with the Dragon Tatoo: Millennium I. [trad.] Reg Keeland. London : Maclehose Press, Quercus, 2005. pág. 534. ISBN1098765432.
* La referencia directa se encuentra en el capítulo 28 en palabras de Lisbeth Salander: "Otro hombre que odia a las mujeres" [p.493 de la edición inglesa: "One more man who hates women"]
Buenas:
ResponderBorrarAl igual que tú, no suelo leer Best sellers. Éste , por varios motivos, no he querido leerlo aun teniendolo literalmente en las manos.
Leí que el problema de la versión española es que la traducción se ha realizado directamente de la francesa, por lo que se han perdido matices (por lo visto por aquí tampoco se domina el sueco).
Besos
Nada que ver el título original con el que nos han traducido en español. Tengo amigos que no sólo son muy aficionados a las novelas policiacas o negras o criminales sino que acaban convirtiéndose todos en monotemáticos, cosa que es digna de señalar. Supongo que les proporciona un poco de mundología, una trama que engancha, un algo epistemológico o filosófico, pinceladas de realidad, de Derecho, de sociología, de actualidad, de suspense, un poco de amor, algo de justicia y el estilo del autor. Bien pensado no está nada mal.
ResponderBorrarEstá bien, la verdad es que la he leido porque tu hablabas de ella.
ResponderBorrarY bueno si me ha enganchado y la he leido de un tirón...
... pero, no se, no me dice nada
y es más yo debo ser de otro planeta porque esos personajes tan "liberales", tan comprensivos? con los sentimientos... a mí no ... No
Voy a ver si encuentro alguna de Yasmina
Gracias