Como ya sabemos, durante la abertura de la 66a Asamblea General de la ONU, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) anunció la solicitud para el reconocimiento de Palestina como un Estado miembro.
Los israelíes y sus vasallos norteamericanos -es así y no al contrario-, tuvieron la reacción esperada. Obama, en plena campaña por la reelección, habló a los judíos que le darán dinero para su campaña, habló de Israel como si ellos fueran los ocupados y por supuesto nada mencionó de los asentamientos ilegales, de Jerusalén oriental y otras cosas. Los asentamientos coloniales, ahora lo sabemos, continuaron inmediatamente y fueron autorizados más.
Otros dirgentes, como el presidente francés de origen judío Nicolas Sarkozy -también en campaña-, propuso una especie de "via media", es decir, el reconocimeinto de Palestina como un Estado, pero observador, tal como lo es El Vaticano. Sarko está un poco entre la espada y la pared porque en Francia, si bien los judíos son muy influyentes, también es el país con más musulmanes en Europa y en donde la mayor parte de los intelectuales son pro-palestinos y el francés común y corriente ha sido siempre un tanto anti-judío. El presidente francés además va bastante bajo en los sondeos y si no logra captar los votos de un grupo de la población que ronda en el centro (políticamente hablando), es muy probable que pierda las elecciones frente a una coalición de izquierda.
Y en fin, no hubo grandes sorpresas en los discursos de los líderes mundiales. El presidente libanés Michel Suleiman puso el acento en algo que para cualquier libanés es muy claro: El reconocimiento de un Estado palestino no resuelve por si mismo gran cosa -si bien cuantan con el voto a favor del representante del Líbano-, en especial la cuestión de los refugiados. El regreso de los refugiados es una cuestión extremadamente complicada que resta por resolver y que concierne al pequeño país del cedro porque en su territorio restan varios campamentos de refugiados palestinos que suelen dar problemas y desestabilizan el ya de por si frágil equilibrio entre las fuerzas internas.
Los norteamericanos advirtieron de un veto en el Concejo de Seguridad; y movieron su anquilosada e impotente máquina diplomática para evitar llegar al punto del veto. Cada día israelíes y norteamericanos se encuentran más aislados diplomáticamente y tienen más problemas por hacerse oír. Lo que Obama quería era evitar tener que vetar a los palestinos. Israel quizá también lo quería, o quizá no. Poco importa, ellos simplemente saben que tienen en la bolsa el voto y el veto de su amigote grande y tonto. Vamos que Netanyahu ni siquiera le puso mucha atención al discurso de Obama. Probablemente fue él quien lo aprobó antes. Lo que también saben, es que en la asamblea general jamás ganarían contra los palestinos.
Lo interesante viene con la ANP. Ellos tienen prácticamente la seguridad del veto estadounidense y aun así decidieron jugarse "todas las canicas", o aparentemente aasí lo hicieron. Saben que después de todo si los vetan, pueden ir a la Asamblea y solicitar su condicion de miembro observador que sin duda y sin gran esfuerzo, ganarían. -En esta parte es probable que solo Colobia y México en Latinoamérica hagan el ridículo de votar en contra o de abstenerse-.
¿Entonces porqué no ir por lo seguro entonces?
Mi idea, la cual no es tampoco muy original, sino solo simple, es que los palestinos quieren el veto de los EU. Por otro parte el reconocimento como Estado de la ONU no es en sí ningún objetivo coherente, pero la solicitud sí es en sí misma algo más importante.
La política exterior palestina es comunmente una política de reacción. Hoy han cambiado el curso de la inercia. Dieron un gran golpe mediático y diplomático: pasaron a la acción y dejaron a los otros la reacción.
Prácticamente todo el mundo, en contra y a favor del reconociemitno-, aunque sea en los discursos, se ha mostrado a favor de retomar las pláticas de paz. Incluso de retomarlas y de plantear una solución en un corto plazo de tiempo, como propuso Sarko e insinuó Obama. Netanyahu sigue fingiendo que está por la solución de los "dos Estados".
Los palestinos o que están intentando es romper la inercia que apuntaba a una eternización de la supuesta solución. Pero eternización es loq ue no se pueden permitir, porque los asentamientos coloniales siguen y con un poco de paciencia, un día, una solución de dos Estados será imposible, pues no habrá más territorio que negociar.
El veto de los Esdos Unidos los aisla -más- en el terreno diplomático y los forzará a querer tomar las riendas de nuevas negociaciones. Desafortunadamente los europeos no están en la condición de ser interlocutores eficaces (Ah, la pobre Europa).
Los palestinos obtendrán la condición de Estado observador, pero mucho más importante, tal vez logren romper la tendencia que los lleva directamente a su desaparición efectiva. Quizá esta vez logren acuerdos significativos. Quizá.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario