Cathédrale de l'Assomption de Notre-Dame, Chartres, foto de Sharif Bujanda, À la recherche du temps perdu.
Cuando la Escolástica* dominó como forma de pensamiento Europa Occidental, la arquitectura y en especial la arquitectura sagrada, se transformó considerablemente. El arte románico se volvió gótico en ciertas zonas de Europa. A los italianos, por otro lado, nunca les vino muy bien ese estilo -G. Vasari, por ejemplo, lo encuentra poco digno- y cuando empezaba a introducirse tardíamente, el Renacimento lo borra del camino. La catedral de Siena es una de las pocas estructuras evidentemente góticas en la Península.
Alemanes y franceses se disputan el origen del gótico, aunque los historiadores del arte parecen coincidir actualmente que los galos están en lo correcto hasta cierto punto, pues en el arte como en la historia hay etapas de desarrollo intermedias que son producto del "contagio" de estilos.
El arte gótico encuentra su mayo esplendor en las catedrales**, aunque edificios de menor tamaño como la Sainte-Chapelle son magníficos.
El gótico es por naturaleza 'violento', en el significado neutro de 'violentar el entorno', dicho de otra manera, son construcciones que rompen repentina y evidentemente con lo que se encuentra a su alrededor ya sea natural o no. La catedral de Chartres es, en ese sentido, es un buen ejemplo, pues construída en la parte más alta de la pequeña ciudad, es un edificio enorme que deja a su entorno en una pequeñez y modestia clarísimas. Son construcciones sumamente altas, -sobretodo pensando en la época en la que fueron concebidas-, esbeltas en oposición al arte románico al cual desplazaron, y además luminosas. Los avances técnicos*** del momento permitieron elevar los techos y las torres "hasta el cielo", pues eran construcciones hechas de ideas y eran edificios para Dios, no para los hombres, quienes evidentemente se sentían muy pequeños frente y dentro de esas gigantescas iglesias.
La edificación requería constructores sumamente especializados que difícilmente podían ser locales, (nunca hay varias catedrales en un mismo lugar), así que el gremio de constructores de catedrales no estaba atado a ningún señor en particular, por lo que todos eran hombres libres que transmitían su arte de maestros a aprendices, habiendo entre ellos algunos denominados oficiales, que ya tenían la técnica más desarrollada. Estos constructores libres eran los llamados "maçons" y son los abuelos no solo de los arquitectos modernos, sino también y precisamente de los masones, justamente denominados en ocasiones "francmasones".
La arquitectura sagrada por norma general, no es simétrica. En Nuestra Señora de París lo vamos a notar en las puertas de la fachada, y en Chartres, aunque la escultura de las puertas también hace en menos medida patente este concepto, la disparidad de sus campanarios no deja dudas y le brinda una "personalidad" y dinámica muy impresionantes. La torre Norte, es uno de los elementos más tardíos (s.XVI), es de estilo Gótico Flamígero y considero que fue un gran acierto en términos de estética. Por lo demás Notre Dame de París me sigue gustando más, quizá porque le he tomado cariño.
*Un excelente libro que habla al respecto es el ya clásico de E. Panofsky Arquitectura gótica y pensamiento escolástico.
** En Francia los ejemplos más evidentes son las catedrales de Paris, Saint Dénis, Chartres, Reims y Amiens. En Inglaterra la catedral de Canterbury esté hecha al "estilo francés" y las construcciones góticas posteriores tienen un estilo muy propio de las Islas Británicas. En Alemania sucede lo mismo con la catedral de Colonia, emparentada con la de Amiens. En España las catedrales de Burgos, León y Toledo son buenos ejemplos.
*** Contrafuertes y arbotantes substituyeron a los muros gruesos. El arco de medio punto es reemplazado por el arco apuntado, más esbelto, ligero y eficaz.