jueves, 16 de abril de 2009

246. Jueves Santo

Era jueves cuando la encontró. Había pasado junto a ella casi sin verla, pero unos pasos más adelante supo que algo andaba mal.

Era Jueves Santo y Marcelo la encontró llorando afuera de la iglesia. Había pasado a un lado de ella casi sin notarla, pero unos metros más adelante supo que le estaba sucediendo de nuevo.

No era la primera vez y sospechó que no sería la última. Simplemente tenía 'suerte' para esas cosas. Para esas y otras igual de extrañas.

Ella no gemía ni hacía ruidos ni moqueaba como las otras. Ella simplemente estaba ahí parada sin moverse ni un milímetro, con la mirada enterrada en el pavimento, ocultando sus lágrimas.

A los hombres les dan miedo las mujeres que lloran. Algunos porque no saben qué hacer, otros porque saben que hay llantos que engañan y tarde o temprano matan.

Él era lo suficientemente necio para saber de mentiras y además no tener miedo. Saber qué hacer en ocasiones es peligroso.

Después de todo ayer lo habían traicionado y otro día resucitaría.

Regresó los pasos andados y se detuvo a su lado, a una distancia prudente. Le preguntó si necesitaba algo, si la podía ayudar.

Ella respondió en silencio, con una mirada honda como el océano.

Él respondió inclinando la cabeza y haciendo el gesto de retomar su camino.

Ella dijo gracias y él sonrió. Sabía que volvería a encontrar ese mar.

6 comentarios:

  1. Pués me ha encantado la pequeña historia de la plañidera y el hombre que no se asustó de una mujer con lágrimas... Es bonito y ahora me ha recordado a mí misma.
    Un beso.
    p.d. y tú ¿qué tipo de hombre eres en ese sentido que describes??? ¿te asusta ver llorar a una mujer??? Bueno, no tienes porqué responder.

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  2. Yo cuya estrella está presidida por una a veces incomportable combinación de agua y fuego, sé que las lágrimas son la mayor parte de las veces un don. El don de lágrimas que abrasan las mejillas por el que nos purificamos como nos purificaríamos en el fuego. Después del Jueves santo llega el Sábado de gloria y por la liturgia del fuego y el agua, y por la renovación del bautismo, el que quiere puede renacer y pensar que cada día se puede volver a empezar.
    La nieve -que también es agua y fuego- es la pureza. Son agua y fuego el vino, la sangre, la pasión.
    Un beso.

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  3. Hace tiempo que no te leía y se te echaba de menos. Llama a las musas si hace falta, ¡pero no nos dejes sin tus entradas!
    Un beso, Sharif.
    Cuídate.

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  4. GINEBRA, Creí q ya había respondido por aquí pero parece q se perdió. Gracias por tu comentario, y en cuanto a la posdata, creo que soy de la especie 'necia', como Marcelo, o como algunos que seguro conoces en Camelot, todos sin cura.
    Un beso.
    Aaoiue. No evito pensar en arcanos cuando te leo y también creo que ciertas lágrimas son un don, otras como es de esperarse, son el extremo opuesto, pero ya sabes, es pura alquimia.
    Un beso.
    Elvira. Me da gusto escuchar de tí y gracias por lo que dices. Las musas han andado un poco entre que quieren sus vacaciones y que tienen mucho trabajo con tesis y esas cosas. Pobrecitas, hay días que no dan una.
    Cuídate también, beso.

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  5. Buenas:
    "a los hombres les dan miedo las mujeres que lloran" "ella no gemía/ respondió en silencio con una mirada"
    Me gusta cuando escribes así, haces que flote durante un buen rato.
    Besos

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  6. Qué bueno es tenerte por aquí Tequila, gracias por tu comentario. Besos.

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