Cada día confirmo que la exégesis bíblica es una disciplina lejana a la mayor parte de las personas (esto incluye a los creyentes) y que se ha convertido en un diálogo (o monólogo compartido) entre grupos bastante reducidos.
Ya antes me quejaba del mismo síndrome en las humanidades.
Y al contrario, continúo sorprendiéndome con los esfuerzos de algunos -dije algunos- científicos para explicar de manera muy simple las cosas más complicadas a quienes no somos iniciados en esos menesteres.
Hoy en la madrugada me encontré con otra de esas palabras impronunciables y que danzan el la línea divisoria entre la inutilidad absoluta y la anécdota risible.
Según la Enciclopedia Británica:
homoeoteleuton, or homoioteleuton (paleography)
Ya antes me quejaba del mismo síndrome en las humanidades.
Y al contrario, continúo sorprendiéndome con los esfuerzos de algunos -dije algunos- científicos para explicar de manera muy simple las cosas más complicadas a quienes no somos iniciados en esos menesteres.
Hoy en la madrugada me encontré con otra de esas palabras impronunciables y que danzan el la línea divisoria entre la inutilidad absoluta y la anécdota risible.
Según la Enciclopedia Británica:
homoeoteleuton, or homoioteleuton (paleography)
Homoeoteleuton occurs when two separate phrases or lines have identical endings and the copyist's eye slips from one to the other and omits the intervening words. A comparison of the Masoretic text I Samuel, chapter 14 verse 41, with the Septuagint and the Vulgate versions clearly identifies such an aberration.
En realidad la idea no es complicada: El pobre copista con astigmatismo, encerrado en algún húmedo y frío monasterio, sin lentes adecuados y maldiciendo el no haber nacido noble o por lo menos primogénito, acostumbrado a enfocar un poco doble (por eso dije que era astigmático), se salta distraído de la primera línea a la tercera porque terminan con la misma palabra y omite lo que estaba en medio de ellas. Poco importa que no tenga sentido, pues ni siquiera está poniendo atención a lo que copia, y es probable que incluso no sepa leer muy bien.
Lo ridículo en sí es el término, la palabreja domiguera. Y sí, en castellano se dice igual.
¿Dónde quedaron los días en los cuales hasta en los mercados se discutían temas teológicos?
En las anécdotas bizantinas, solamente...
¿Dónde quedaron los días en los cuales hasta en los mercados se discutían temas teológicos?
En las anécdotas bizantinas, solamente...
Estimado don Sharif,
ResponderBorraren respuesta a su comentario, no sé que tengan que ver, pero me gusta el latín y me produce una sensasión especial el sonido de las palabras.
Saludos primaverales.
PD Entonces qué, lo dejo así o lo cambio??