lunes, 11 de agosto de 2008

191 Mahmud Darwish محمود درويش

Nació en una aldea que ya no existe, que fue borrada hasta de nombre.
La tierra de sus ancestros se convirtió en la de quienes por la fuerza llegaron.
Se convirtió en un exiliado, en un ilegal en su propia tierra.
La patria se hizo papel y tinta. Y se hizo palabra.
Pero los tanques no pueden borrar el país que él escribió.
Los poetas pertenecen al mundo entero, o será que el mundo todo les pertenece.
Mañana son los funerales de Mahmud Darwish en Palestina, ese lugar que es la patria cautiva, pequeña como un grano de sésamo, y para la cual reclamaba la libertad de morir consumida de amor.

El agua me ata a tu nombre.
No queda de mí mas que tú
y no queda de tí más que yo,
un extraño que acaricia el muslo de su extraña.
¡Oh extraña!
¿Qué haremos con la tranquilidad que nos queda
y con una siesta entre dos mitos?
Nada nos lleva: ni el camino ni la casa.
¿Este camino ha sido siempre igual,
o nuestros suños lo han cambiado
tras hallar, entre los mongoles,
un caballo en la colina?
¿Qué haremos?
¿Qué haremos sin exilio?

-Versión en castellano de Maria Luisa Prieto

4 comentarios:

  1. Q hermoso simplemete genial ... me agrado mucho lo d hoy y aveces uno se siente asi en su propia tierra ... y exiliado de la realidad y de todo lo que lo rodea .... un abrazo mi hermano s t extraña

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  2. Precioso homenaje para Mahmud Darwish!!! Un beso.

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  3. Textos como este tuyo me permiten mantener la esperanza.
    Si el mundo fuera de los tiranos, la Humanidad habría desaparecido hace siglos.
    El mundo es nuestro, nuestro, nuestro.

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  4. las palabras son dificles de borrar... creo que a veces la dureza de la vida forja caracter y personalidad creando maravillas como las que escribía MD.
    La verdad no le conocía, pero nuevamente sigo tus enlaces y voy descubriendo(gracias)
    Un beso

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