jueves, 11 de junio de 2009

253. Entre bosques y océanos

En mi ventana hay un bosque en miniatura, y al fondo una iglesia rusa de madera, con iconos pintados en la fachada. He puesto mi escritorio frente a dicha ventana, la abro y veo llover. Desde pequeño me han alegrado los días lluviosos y aquí los tengo por montones en cualquier época del año. El mar que antes tenía era una invitación a partir en una búsqueda; la tierra mojada y el agua que cae entre los árboles es una invitación a quedarse. Creo que hay personas excepcionales que pueden ser ambas.

4 comentarios:

  1. Buenas Sharif:
    Poéticas vistas te acompañan...
    tienes mucha suerte si te gustan los días lluviosos ( a mi suele darme el bajón).
    Llevo un buen rato dandole vueltas a la última frase, por ver si me había encontrado con alguien así...
    Saludos

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  2. Me resultan unas vistas de lo más inspiradoras. Para relajarse y dejar que las musas te dicten el camino.
    Salu2

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  3. Ver llover es bonito, pero también ver salir el sol. En definitiva, los cambios, lo que es siempre igual me aburre... jajajajaja, pienso igual que Tequila: llevo dándole vueltas a la última frase por si me había encontrado también con un ser similar, jajajaja. Es bueno!!!
    Besos mojados

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  4. esos aromas me remontan a aquellos años en que todo era sencillo y sin que preocuparme !! gracias por los recuerdos

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