"None of our republics would be anything if we weren't all together;
but we have to create our own history -
history of United Yugoslavia, also in the future."
J.B. Tito
El asunto en realidad no parecía tener una buena salida desde, digamos, 1999.
Ahora simplemente ocurrió lo que ya se esperaba y son las últimas convulsiones de la desintegración de la ex Yugoslavia.
La mayoría albanesa, establecida en territorio históricamente serbio, termió por declarar su independencia y ahora son de facto uno de tantos micro estados en el mundo. La guerra, la represión serbia, las diferencias étnicas y religiosas, y por supuesto los intereses externos finiquitaron el asunto.
Rusia por un lado, se niega a reconocer la independencia de este país enano, porque es en detrimento de su histórico aliado eslavo, por otro lado Baby Bush se apuró para reconocerla, porque claro, sus intereses ha de tener ahí. Total que los Balcanes siguen siendo motivo de eternas disputas, y parece que lo serán per secula seculorum...
Casi parecía que la enfermedad de los micronacionalismos había llegado a su fin, pero el asunto de Kosovo, el cual, aunque ya estaba cocinado desde hace tiempo, nos indica lo contrario.
Parece que irónicamente, cuando el mundo tiende a la globalización, o por lo menos a la formación de megabloques económicos, los hombres siguen buscando diferencias entre ellos y desafortunadamente las encuentran, o las inventan. El diálogo cada día es menos una opción viable, por lo tanto las soluciones pacíficas tampoco lo son. La diplomacia vive tiempos obscuros y quizá muchas otras instituciones humanas.
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